A veces, el formato seduce demasiado
Una de las tres películas de animación incluidas ese año en el SSIFF 71 ha sido Dispararon al pianista (Fernando Trueba y Javier Mariscal,2023), que abrió el segundo día del festival con cientos de personas esperando a ver qué deparaba al mundo animado de estos dos directores.
¿Qué sucedió con el pianista brasileño Francisco Tenorio Junior?
Esa es la pregunta que se hace un escritor de Nueva York (alter ego de Trueba) tras repasar viejos vinilos que guardaba en su habitación. Un nuevo jazz de bossa nova que tocaba el pianista en la década de los 60 y 70, y que resultaba para el escritor meramente un hobby.
Al ritmo de la música brasileña y los ritmos de jazz sucede esta trama a modo de documental, que investiga el posible motivo de la desaparición del músico y un repaso de los acontecimientos que rodearon a este suceso.
Trueba y Mariscal se reúnen una vez más después de 12 años desde el estreno de su primera película de animación, Chico y Rita, en el 2011, en el que regalaron al público una historia de apasionado amor lleno de una riqueza estética, gracias a los dibujos de Mariscal, que innovaba en la industria española. Y es que en aquél momento, la obra se solidificaba con el formato escogido por ambos directores, que fomentaron un ambiente adulto y colorido, capaz de recrear las abstracciones de los sentimientos adultos en una pareja de enamorados, situados cronológicamente entre las décadas de los 40 y 50.
Hay muchas similitudes entre los personajes de 2011 y los que protagonizan la nueva trama de Trueba y Mariscal. Mas, sin embargo, parece no encajar de la misma manera con el formato. Pues la trama inicia como una especie de thriller que homenajea a la música brasileña, envuelta y detenida por los golpes de estado y dictaduras sucedidas a lo largo y ancho de casi toda Latinoamérica; pero, que continua y se alarga en una pesada y repetitiva sucesión de entrevistas constantes del protagonista hacia la gran cantidad de artistas y personas que rodeaban el mundo de Tenorio.
Resulta sorprendente que viniendo de un relato tan bien definido por su formato y su forma como fue Chico y Rita resulte ahora tan poco valioso para la obra actual. Pues si bien es cierto que el propio Trueba explica su uso para “permitir al espectador visualizar al fallecido Tenorio, en vida”, no resulta del todo justificado.
El incesante carrusel en el que se convierte esta interminable rueda de prensa, en la que la animación juega un papel más que creativo, estético y superficial, empaña escenas bien articuladas como los momentos de disfrute musical y composición visual. Donde los colores, las formas, los personajes y los encuadres bailan al son del jazz de bossa nova, y ofrecen experiencias memorables que sí logran mostrar la esencia inicial de la que se sirve en primera instancia la película.
Su encajonamiento documentalista clásico de entrevista, hace que el primer bocado de la película sea una mera anécdota del trailer. Aunque, es agradable y contundente esa pequeña chispa con la que nos deja la música de jazz, bossa nova, no es suficiente para la larga travesía que le sucede.
Very interesting topic, thank you for putting up.Raise your business
I envy your work, regards for all the interesting content.