Esto no es una crítica

Título original: Inside Out 2
País: EEUU
Año: 2024
Director: Kelsey Mann
Estudio: Pixar Animation Studios
Estreno: 19 de junio de 2024 (Cines)
Edad: TP

¿Nunca miras a alguien y te preguntas: «qué se le pasará por la cabeza»? Así nos anunciaba Pixar hace 9 años la premisa de su nueva película: Inside Out (Pete Docter y Ronnie del Carmen, 2015). Un largometraje que se llevó el corazón de todos los espectadores y las mejores críticas de la compañía hasta aquél entonces. La película elevó al estudio hasta lo más en premiaciones, pero sobre todo, sacudió la industria y con ella a toda una generación que aprendió a gestionar sus emociones de una manera más consciente, abriendo la veda a conversaciones en torno a la salud mental.

Así pues, la generación Z bien podría argumentarse que ha sido, decididamente, influenciada por la historia de una niña de 11 años y las emociones que viven dentro de ella. Ahora, casi 10 años después, esos niños y niñas ya adultos, acuden al cine a disfrutar de una nueva aventura junto a Alegría, Tristeza, Miedo, Asco e Ira.

A esta historia se le suman cuatro nuevas emociones, muy típicas del período al que se enfrenta la ahora ya, adolescente Riley. Ansiedad, Vergüenza, Envidia y Aburrimiento se unen al equipo de las emociones para iniciar este cambio en su crecimiento. Sin embargo, la mayoría sabe que no será tarea fácil lidiar con ellas.

¿Por qué Ansiedad?

En este camino de autoconocimiento, Riley se enfrenta con la compleja tarea de lidiar con Ansiedad, una figura necesaria para introducirse en el entendimiento de la adolescencia. Una etapa del crecimiento en la que más afectan las opiniones de los demás, provocando un conflicto con la identidad misma, la toma de decisiones y el cómo actuar en función a lo que se espera y esperamos de nosotros/as mismos/as.

La película juega con este enfrentamiento entre protagonista y antagonista sobre quién y cómo debe ser Riley. Alegría, como siempre, no tiene la situación a su favor en un primer momento, al no haber abandonado el hábito de «deshacerse» de aquello que, según ella, no debe interferir con Riley. La llegada repentina de Ansiedad y emociones más complejas que aún desconoce provoca una gran confusión en el papel que ella debe desempeñar dentro del grupo de las emociones y en el cuartel. Acostumbrada a ser siempre la líder del grupo, al encontrarnos frente a una niña feliz desde su infancia, Alegría debe aprender, al igual que Ansiedad, a respetar cómo Riley debe ser sin interferir en el desarrollo de su identidad.

La belleza de la imperfección

La propia creación de la película resulta metafóricamente oportuna con respecto a la propia trama. Cambiando de director para esta secuela, ofrece al público una nueva perspectiva del desarrollo de la historia. Aunque la fórmula resulte siendo la misma en su composición argumental, Kelsey Mann ha sabido reconducir y hacer suyo el filme. Desde el inicio con un toque más «cañero» y un montaje más acelerado, pone en situación al espectador rápida y efectivamente en la nueva etapa de Riley. Jugando también, inteligentemente con la nostalgia y los guiños para los adultos, sin permitir que estos elementos interfieran con la trama, surgiendo de manera natural en la historia y convirtiéndolos en pequeños gestos nostálgicos y apreciados por el público.

Si bien el montaje ha resultado efectivo, también ha provocado inquietud y premura, sin permitir una leve detención en el desarrollo de los nuevos personajes. Algo que más adelante resultaría un tanto desalentador al dejar a Ansiedad como el único nuevo personaje en obtener un tratamiento en su transformación. Un fallo que Pixar no solía cometer.

Sin embargo, hay cierta belleza en este paralelismo entre la imperfección de la película y la historia que nos cuenta. Y es que en los últimos años, la Pixar no ha desarrollado proyectos de la talla de sus primeros largometrajes. Es por esto que, quizás, debemos permitirle a Inside Out 2 ser imperfecta en su existencia al igual que Riley debe ser aceptada tal como es. Ya que aunque la película no resulte excelente en su composición, sí consigue el efecto de su antecesora.

Sobre la banda sonora

Por otro lado, la música no podía faltar, y desde luego ha sido clave en este viaje a la nostalgia y el redescubrimiento. Andrea Datzman ha sabido encajar con mucho estilo y elevar el relevo que le ha dejado tras de sí Michael Giacchino. Un compositor que ha sabido impregnar de emoción todas las películas del estudio en las que ha trabajado, y que desde este visionado, puede afirmarse que ha generado una marca musical impecable.

Datzman, por su parte, integra la base musical en una nueva coreografía de sonidos más ligados al rock y al pop, de una manera que naturaliza el desarrollo musical y maduro de la propia historia. Sin dejar de lado el clásico, se ha permitido jugar con su propio estilo y disfrutar llevándose con ella al espectador y a esa primera adolescencia cañera y al mismo tiempo naive.

Mi experiencia personal

Quería dedicar este pequeño rincón de mi texto a la alegría de mi interior y permitirme desligarme del «fondo y la forma» y hablar desde el «yo» y mi experiencia. Pues ha sido todo un disfrute y una montaña rusa emocional que pilló por sorpresa a todas y cada una de mis emociones. Un abrazo emocional a aquella chica de 17 años de entonces.

Poco sabía qué sería de mí 9 años después de aquél visionado. Muchas cosas eran distintas, y pasaba por una fase de mi vida en la que los cambios y los interrogantes eran el pan de cada día. Entrar a la universidad o no entrar, miedo ante la toma de mis primeras, importantes, decisiones, ansiedad por no desempeñarme de la forma que se esperaba de mí… En ciertos sentidos, Riley era un pequeño reflejo de cómo había sido mi infancia, llena de felices recuerdos y padres amorosos con los que compartía mis aficiones y mi cariño. Así, Inside Out entró en mi vida un fin de semana como otro cualquiera de aquél entonces. Como cada semana, íbamos al cine y elegíamos una película a las 5 de la tarde. Mi padre había decidido asistir esa vez, conmigo y mi madre, a ver la película de animación de Pixar de la que todo el mundo estaba hablando y que tantas buenas críticas había recibido. Entramos en la sala expectantes, deseosos de salir igual de maravillados que con el resto de sus películas. Al finalizar y encenderse las luces, la sensación de ligereza en mis hombros y una mente despejada y ordenada me abordaron con gran intensidad. Ahora lo tenía claro y podía decirme a mí misma que mi tristeza era válida, que estaba bien sentirme así. La experiencia de Inside Out me dio el último empujón de salida de un estado del cual no sabía ni que había enfrentado.

Es por esto que Inside Out 2 ha sido un reencuentro necesario conmigo misma, con el perdón y el autoconocimiento. Con la pasión por el mundo y por lo que me queda de vida (que es mucho), pero sobre todo, con la liberación de la memoria de aquellos que se fueron, pero que en este visionado, me han acompañado como en aquél entonces.

Si en la primera película nos despedíamos de la infancia a través de la pérdida de un amigo imaginario, en esta despedimos a la alegría de nuestra infancia sabiendo que, cuando llega, su valor es incalculable. No se trata del cerrar una etapa para entrar a otra, sino el aceptar todas y cada una de ellas como un paso más en nuestro desarrollo y nuestro constante aprendizaje en la vida.

Calificación Animatic

Calificación: 4 estrellas

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