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Stop-motion «a la gallega»: Entrevista a Fernando Cortizo por “El apóstol” (2012)

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En 2015, la revista Fotogramas le colgó a El apóstol el sambenito de ser «el último film maldito del cine español». Aparentemente, razones no le faltan. A pesar de cosechar numerosos galardones a nivel nacional e internacional, incluyendo el premio del público en Annecy, este original y atrevido largometraje de terror en stop-motion pasó muy desapercibido por los cines de España, estrenándose tan solo en una veintena de salas. La distribuidora acabó por declararse en quiebra, y por si fuera poco, un incendio destruyó todas las copias de la película. Tras diez años que condenaron el proyecto al olvido, la productora Artefacto Producciones decidió distribuir El apóstol de manera digital y gratuita a través de YouTube, donde acumula ya 150.000 reproducciones. Sin embargo, más allá de la auténtica serie de catastróficas desdichas que acompañaron a su estreno, lo cierto es que tras El apóstol se esconde una ambiciosa producción pionera en España, una interesantísima e inédita propuesta dentro de nuestro cine, y sobre todo, una aventura muy especial de la que hemos tenido el placer de hablar en profundidad con su director, el compostelano Fernando Cortizo.

Uno de los animadores con el personaje de Pablo. Artefacto Producciones.
UN CUENTO DE TERROR EN EL CAMINO DE SANTIAGO

Mientras muchas de las producciones animadas realizadas en España se preocupan más de mirar al mercado internacional, Cortizo optó por hacer introspección y buscar en la mitología y raíces gallegas la seña de identidad de su película. “En España hemos intentado tener un modelo muy «norteamericanizado», hacer películas sin personalidad que se puedan vender en el mercado estadounidense, todas muy internacionales pero muy vacías de lo local. Yo quería enseñar las leyendas de Galicia, con sus bosques, sus nieblas e incluso con sus localizaciones reales”. La película transita por los mismos senderos que recorren los peregrinos del Camino de Santiago, que juega un papel fundamental en el relato; y Cortizo cuidó hasta el mínimo detalle para plasmar la esencia de la Galicia mística en la gran pantalla, incluida la característica niebla gallega. “El ambiente de niebla fomenta la sensación de que Ramón, el protagonista, no puede salir nunca del bosque. Esa es la métafora, todos están encerrados en una niebla, encerrados con sus demonios”. Incluso las casas que aparecen en la película están fuertemente inspiradas en edificios reales de aldeas gallegas. “Tratamos de buscar una localización real en pueblos abandonados de la montaña, pero ninguno se ajustaba del todo a lo que buscábamos. Así que fotografiamos casas de varios pueblos distintos y elegimos las 8 casas de Xanaz. En Galicia los pueblos suelen ser más desordenados, pero aquí quería tener una calle principal a lo western, para que el espectador sepa siempre donde está y no se pierda. Si las casas estuvieran desordenadas, no se entenderían bien las distancias entre ellas. Necesitaba que el espectador supiera dónde está la casa de cada personaje”.

No solo de la belleza y magia de los entornos gallegos bebe El apóstol, sino que también podemos hallar en ella cierto toque irónico y humorístico muy propio de la literatura picaresca, otro rasgo de autenticidad local. “La comedia es una parte difícil, porque no quería hacer chistes fáciles”, asegura Fernando Cortizo, que no solo es director sino también único guionista de la película. “Es un humor más socarrón, vacilón, oscuro. Hay bastantes ironías, que hay gente que pilla y gente que no. Y también ciertas lecturas y moralejas. Cuando nos acercamos a estudios grandes buscando apoyo, querían olvidarse de eso e imponer estereotipos como una mascota graciosa o que el protagonista se enamorara. Me negué porque sentí que hubiera derrumbado la película. Su punto fuerte es precisamente ser especial y diferente, con un estilo de tratamiento más serio”.

Maqueta de la Catedral de Santiago de Compostela construida para la película. Artefacto Producciones.

A pesar de que no gozó de gran éxito en salas, Cortizo no se arrepiente de haber plantado cara a las presiones de los grandes estudios, y en ningún momento deja de hablar con cariño y pasión de un proyecto tan auténtico y personal: “Creo que conseguí lo que me proponía, porque a pesar de que no tuvo éxito comercial, 10 años después hay gente escribiéndome todos los días diciéndome cómo la han descubierto y comentándome lo que les ha gustado. Eso me enorgullece, porque la película no ha envejecido mal, sigue siendo muy atemporal. Fue un acierto no jugar con clichés ni haber cedido a chistes rancios; mantenernos en una película cuyo terror se inspira únicamente en las leyendas, como un cuento clásico a lo Hansel y Gretel”.

LA AVENTURA DE HACER ANIMACIÓN STOP-MOTION EN ESPAÑA

El apóstol no solo fue una película pionera en España, sino que también abrió nuevos caminos en la animación europea. “No hubo mucha gente antes que se lanzase”, explica Cortizo, que hasta entonces había realizado siete cortometrajes utilizando esta técnica. “Fue un mérito atrevernos. El apóstol fue la primera película europea que se lanzó a utilizar estereoscopía, por detrás de la norteamericana Coraline (Henry Selick, 2009). Nosotros fuimos la siguiente película en el mundo que lo hizo, con técnicos de la propia Coraline, porque no se había hecho más. Fuimos bastante valientes asumiendo retos”.

Detalle de uno de los decorados durante el rodaje. Artefacto Producciones.

Cortizo concibió desde el inicio de la producción realizar la película mediante stop-motion, una técnica que casa a la perfección con el tono y el universo de la historia de El apóstol.“Es una técnica artesanal, lenta y cara; pero es muy especial, y me permitía crear mundos que no tenía a mi alcance en acción real. Todos queremos ser Tim Burton, pero todos sabemos que no vamos a disponer nunca de los recursos que él tiene. Quedas limitado a hacer películas sobre situaciones de lo cotidiano, porque no tienes medios para hacer algo grande”. Aunque confiesa que inicialmente su objetivo era dedicarse al cine de acción real, Cortizo no tardó en quedar maravillado por las posibilidades de la animación. “Empecé primero con mis maquetitas y animaciones rápidas. Pero en los siguientes proyectos empecé a experimentar con látex, esqueletos; aprendiendo las dificultades y las cosas buenas y malas. Para mí los cortos fueron una especie de escuela, y llegados a un punto sentí que la película era el siguiente paso, ese cúlmen de todo lo aprendido”.

“Desde el principio pensé que está técnica se adaptaría muy bien al mundo de las leyendas gallegas, es una manera muy bonita de narrar estas historias sin recurrir a un terror más explícito y gore, que quizás sería lo que nos pediría una película de acción real. El stop-motion te permite meter al espectador en un sueño mágico, es como volver a ser niño pero con un tema adulto. De hecho, los adultos la aceptaron muy bien porque la vieron como un cuento adaptado para ellos”.

REUNIÓN DE TALENTO NACIONAL E INTERNACIONAL

Dada la particularidad del proyecto, la productora tuvo que reclutar a todo un equipo de animadores especializados de dentro y fuera de nuestras fronteras. “Fue una labor importante, porque éramos una productora pequeña que nadie conocía”, admite Cortizo, aunque no le costó demasiado conseguir que a los artistas internacionales les entusiasmara la idea. “Les contamos todo, les mandamos el guion y les pareció una película diferente y chula. Los convencimos de que en España se vive bien y empezamos el rodaje en verano, cuando ellos estaban libres”.

“El stop-motion es una técnica muy especial, que me permitía crear mundos que no tenía a mi alcance”

La particularidad del stop-motion implica que todos los animadores deben desplazarse para poder realizar la película, en un set construido para la ocasión con las figuras de los personajes y las maquetas que se emplean como decorados.

“Es como un rodaje real, con sus focos, sus cámaras, y con 160 animadores trabajando juntos, conviviendo en equipo todos los días durante 9-10 meses. Fue una enseñanza grande para el equipo entero, porque unimos a gente que ya había trabajado en La novia cadáver y Chicken Run con técnicos españoles que pudieron formarse junto al equipo internacional. Muchos de ellos acabaron trabajando en otras producciones como Frankenweenie o las películas de Laika”.

Geraldine Chaplin es una de las voces que se escuchan en El apóstol. Artefacto Producciones.

En el apartado actoral destacan grandes nombres del cine español que no necesitan presentación, como Luis Tosar, Jorge Sanz o Geraldine Chaplin. “Me propuse estos actores sabiendo que era un reto grande, pero yo quería que los personajes se reconocieran al oírlos. Todos aceptaron rápidamente, porque les parecía algo muy novedoso y especial. Geraldine Chaplin aceptó pensando que se trataba de una película de acción real, pero quedó encantada al darse cuenta de que era stop-motion”. De hecho, los intérpretes no solo aportaron su voz a los personajes, sino que también prestaron su gestualidad y manierismos para que sirvieran de guía para los animadores. “Preferí que actuaran ellos previamente y que el animador le robase las poses viendo diferentes vídeos, adaptándonos a su voz, siguiendo lo que dice el actor y no al revés. Así conseguimos darle a los muñecos una vida especial y una manera de expresarse muy realista. Quería que ciertos personajes tuviesen una gestualidad más expansiva y exagerada, pero otros más limitados y contenidos. Por ejemplo, el personaje de Jorge Sanz es el único tipo normal de la película, y su acting es muy natural. A otros les pedíamos más gesticulación para que el animador viera que el personaje es más extravagante. La característica de que el malo, Don Cesáreo, huela a la gente, es algo que no estaba en el guion, sino que lo sumó el actor, Xosé Manuel Olveira”, nos confiesa Cortizo.

¿PELÍCULA MALDITA?

“Lo de la película maldita tiene su rollo, un poco como de leyenda negra”, reconoce el cineasta. “Una serie de cosas que nos pasaron por ser una productora indie cuyo punto fuerte estaba en hacer cine, no en hacer negocio. Hicimos una súper película, pero que no le generaba pasta a las grandes compañías, así que sufrimos un boicot. De 90 salas en las que íbamos a estrenar inicialmente pasamos a tan solo una veintena. En ciudades como Sevilla y Valencia la gente no pudo ver la película.

Bocetos de la casa de Don Cesáreo. Artefacto Producciones.

Encima, después de la recaudación la distribuidora se declaró en quiebra, se quedó con todo el dinero y no recibimos nada. Luego hubo en incendio en su local y se quemaron todas las copias. Yo me quedé sin mi casa y sin mi coche para apostar por este proyecto”.

Sin embargo, a pesar del fiasco comercial y todo lo que conllevó, Cortizo solo tiene buenas palabras para la recepción de la película entre el público. “Más allá del negocio, la acogida fue muy buena y de la gente de la calle siempre he percibido un apoyo muy grande. La película gustó, y en A Coruña y en Vigo estuvo 11 semanas en cartelera. Hoy en día muy pocas producciones consiguen eso. Aguantamos unos años esperando algún giro en la suerte, que de repente una distribuidora loca nos comprara la película. Pero como quedó oculta y no la veía nadie, parecía todo una leyenda. A los jóvenes cineastas no les sonaba. Decidimos que había que enseñarla y que la gente la viese.

“Nuestro punto fuerte estaba en hacer cine, no en hacer negocio. Yo me quedé sin mi casa y sin mi coche para apostar por este proyecto”

Optamos por ponerla en abierto en YouTube, dándole la poquita difusión por redes que pudimos, y a las dos semanas llegamos a las 120.000 visualizaciones. Todos los días nos escribe gente de diferentes países diciéndonos que la ha descubierto y se ha sorprendido”.

DE LA GALICIA MÁGICA A LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Mientras El apóstol vive una segunda oportunidad en redes sociales, y quizás Internet sea capaz de ver en ella un estatus de “película de culto”, Fernando Cortizo ya se ha embarcado en una nueva aventura cinematográfica, SHKID. Sin embargo, esta vez se aleja de la fantasía de las leyendas gallegas para adentrarse en una historia real, en el sobrecogedor marco de la Segunda Guerra Mundial. “Es un tema diferente, no es fantástico, pero a nivel visual tendrá mucho de mi onda, en un rollo más oscuro. Estamos intentando cerrarla, porque es un tema durillo para apostar por él. Las películas de animación si no son familiares cuesta más financiarlas, y además con este tema tan sensible es muy complicado”.

Imagen promocional de SHKID. Facebook.

“Otra vez me meto en un proyecto difícil de levantar pero aun así espero que se haga”, comenta Cortizo con una sonrisa. SHKID contará la historia real de los niños del gueto de Tezerín (Chequia), inspirada en sus diarios y escritos. “Es una historia que no busqué, pero me gustó y me llegó. Son niños que fueron héroes, crearon una república propia, ayudándose; e hicieron una lucha de resistencia contra los nazis. No sé si hay otra vida más allá, a lo mejor no, pero si la hay esa gente se merecía que se les recuerde. Conocí a una de las niñas que estuvieron en ese campo de concentración; viajé a la República Checa, a Israel, conocí a más niños y fui armando lo que en principio era un documental, pero me acabé dando cuenta de que ahí había un peliculón. Es una especie de Forrest Gump en la que a través de los ojos de un niño ficticio vamos viendo las fases de la guerra que le ha tocado vivir; desde que vive feliz en su ciudad, Praga hasta que en el plazo de tres años su vida se derrumba”.

Para esta nueva historia, el cineasta gallego también cambia el stop-motion por la animación en 2D, inspirada en los clásicos de Disney. “El cambio a animación tradicional es por un motivo narrativo, porque me enteré que mientras estos niños estaban en el campo de concentración se estaba estrenando en cines Blancanieves. Me rompió la cabeza, porque muchas veces piensas en los nazis y en la guerra como una cápsula del tiempo, y de repente ves que estaba siendo simultáneo el estreno de los clásicos de Disney. Así que quise que la película se inspirara en el estilo del cine de animación de la época. Me da una localización mucho más chula que hacerlo al estilo de Klaus, por ejemplo. No me imagino a esos niños en ese estilo, ni tampoco en stop-motion. El estilo de Disney tiene ese punto naif, de dulzura, que contrasta con la situación con la que se está viviendo. Eso es lo que busco contar, una trama dura con el espíritu suave de Disney”.

SHKID aún se encuentra en una primera fase de su desarrollo, pero puedes descubrir más sobre el proyecto y colaborar en su realización a través de su página web. Mientras, también puedes disfrutar de El apóstol en YouTube tanto en castellano como en gallego, y adquirir la película en formato físico en oapostolo.com.

Equipo de El Apóstol. Artefacto Producciones.