La película póstuma de BlueSky Studios que ha rescatado Netflix

Póster Nimona
Título original: Nimona
País: EEUU
Año: 2023
Directores: Nick Bruno, Troy Quane
Estudio: BlueSky Studios, Annapurna Pictures
Estreno: 30 de junio de 2023 (Netflix)
Edad: Recomendada para mayores de 7 años

En la convulsa época que vive hoy en día la industria audiovisual, hay ocasiones en que el estreno de una película ha de superar tantos obstáculos que se convierte en motivo de celebración. Es el caso de Nimona, adaptación a la «gran pantalla» de la novela gráfica homónima de ND Stevenson, que llevaba en proceso desde 2015 en la compañía BlueSky Studios, responsable de producciones como las sagas de Ice Age y Río, que en 2021 pasó a manos de la megacorporación Disney cuando esta adquirió 20th Century Fox y sus subsidiarias. Aunque inicialmente la película se mantuvo en desarrollo, este se paralizó en 2020 cuando a Disney le dio la vena destructiva y decidió cerrar BlueSky, manteniendo solo en producción Spies in Disguise y la última entrega de Ice Age, que acabó siendo también la última película del estudio, a pesar de que los responsables de Nimona declararon que al menos tres cuartos de la producción ya habían sido completados. Aún así, el proyecto no cayó en saco roto y ha sido rescatada por la productora Annapurna Pictures, que ha rematado la producción para poder ser distribuida en Netflix, dando lugar a una cinta muy progresista para los estándares de la casa del ratón, la cual sigue siendo bastante conservadora a pesar de lo que quiera representar de cara a la galería.

La acción se ambienta en un peculiar mundo propio que combina la estética medieval con la cyber-punk, y en el que conviven elementos de ciencia ficción con magia y fantasía. Sin embargo, esta curiosa mezcla de época y futurismo da lugar a una sociedad muy parecida a la nuestra. Y es que los principales enemigos a los que se tienen que enfrentar los protagonistas de Nimona no son otros que las «fake news», los prejuicios sobre distintos estratos sociales y la exaltación de un glorioso pasado como construcción de una ideología concreta. No obstante, aunque presente una sociedad con muchos fallos, en ningún momento se muestra Nimona pesimista sobre ella, sino que al contrario, como muchas otras películas destinadas especialmente al público infantil, confía plenamente en la capacidad individual y colectiva de mejorar y evolucionar. Y es que no debemos dudar de que si le comunicamos a los niños de hoy el pensamiento de que pueden cambiar el mundo, mañana serán capaces de hacerlo. De hecho, la película es un canto a la diversidad y a la autenticidad del individuo, cuya evolución positiva puede repercutir positivamente en el resto de la sociedad. Además nos regala una valiosa y sana representación LGTBIQ a la que se suma que la protagonista es, simplemente, Nimona, y no le hace ninguna otra palabra más que su propio nombre para definirse.

Aunque sin duda su mayor atractivo son los valores que transmite, Nimona también ofrece un entretenido relato lleno de aventuras, acción, y mucho humor e irreverencia; resultando especialmente divertida la relación entre sus dos personajes principales, el «villano» Ballister Blackheart y su compinche Nimona. No obstante, quizás sea en el aspecto técnico donde la película flojea. Se hace notar que no cuenta con el respaldo y facturación de una gran compañía, y su animación, que a pesar de ser 3D generada por ordenador continúa con la tendencia de imitar la textura de la animación tradicional dibujada a mano; queda lejos del acabado de otras producciones de Sony Pictures Animation, Dreamworks o la propia Disney. Lo que no quita que su apabullante poderío narrativo incline la balanza muy a favor de Nimona y la convierta en un visionado muy recomendable para todos los públicos.

Calificación Animatic